¿En qué consiste EMDR?
La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares, comúnmente conocida como terapia EMDR por sus siglas en inglés (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) tiene un aval empírico importante a día de hoy para los trastornos de base traumática, que ha llevado a que ya desde el año 2013 la Organización Mundial de la Salud la haya recomendado como uno de los tratamientos de elección para los problemas derivados del trauma.
Desarrollada por la Dra. Francine Shapiro en 1987, la terapia EMDR se fundamenta en el principio de que el cerebro puede sanar de un trauma psicológico de manera similar a como el cuerpo se recupera de las heridas físicas.
Comúnmente, la gente asume que solo eventos devastadores como desastres naturales o conflictos bélicos califican como traumáticos. Sin embargo, vivencias más cotidianas, como el abandono, divorcios, enfermedades, estancias hospitalarias, críticas, humillaciones, incidentes o episodios intensos de miedo, desesperanza, tristeza o desamparo, también pueden originar síntomas persistentes si no se abordan adecuadamente. Tales experiencias pueden manifestarse en el presente a través de síntomas como fobias, crisis de pánico, depresión o ansiedad, sin que logremos vincularlos directamente con nuestras vivencias pasadas.
¿Cómo funciona?
La terapia EMDR se basa en el modelo de procesamiento adaptativo de la información, que sugiere que la mayoría de los síntomas psicológicos son el resultado de recuerdos perturbadores no procesados adecuadamente. Estos recuerdos se almacenan en el cerebro de forma disfuncional y siguen afectando negativamente la forma en que una persona ve el mundo, reacciona a las situaciones y se siente acerca de sí misma. La intervención EMDR facilita la activación de los procesos de curación natural del cerebro, permitiendo que estos recuerdos sean procesados adecuadamente.
EMDR se utiliza para abordar una amplia gama de problemas y trastornos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), ansiedad, depresión, duelos, adicciones, trastornos alimentarios, etc.
Es eficaz para tratar problemas que van desde traumas complejos hasta dificultades emocionales y comportamentales más comunes. Y promueve una visión más saludable de uno mismo y de los demás, mejorando la calidad de vida.
¿Qué problemas se pueden tratar con EMDR?
Beneficios del tratamiento EMDR
Mejora del bienestar general
Reduce el estrés y la ansiedad
Mejora las relaciones sociales
Ayuda a superar el trauma